Esta es la segunda parte de la reseña de los hoteles en los que estuvimos en Nueza Zelanda. La primera parte está aquí. Seguimos viajando hacia el sur, y quedándonos en distintos hoteles.
Millennium Hotel & Resort Manuels – Taupo
No sé que pasaba ese fin de semana en Taupo (o quizá sea siempre así), pero me costó encontrar una habitación disponible. Este hotel fue mi tercera opción de los que tenía en vista, yo quería uno pegado al lago.
Este hotel fue el que parecía más americano de todos los que estuvimos en NZ. Mucha madera oscura, pasillos con alfombras bien pesadas, y luego las habitaciones dando a un pasillo al aire libre.
La habitación no era demasiado grande, pero era comfortable. Las sillas de hierro fundido o mimbre me parece que no tienen nada que hacer en una habitación de hotel, y ésta tenía los dos! Otro problemita era el aire acondicionado, que estaba prendido pero no daba ni frío ni calor (?).
El ventanal daba a un pequeño balcón con una excelente vista del lago.
Había té, café y una pava eléctrica, además del minibar. Un problema fue que la caja fuerte era demasiado pequeña como para poner una laptop.
El baño hubiera estado bien si no hubiera sido por la pésima iluminación, parecían lámparas de 25w del año 1938.
Además, el hotel tiene una piscina de aguas termales (al aire libre), y un restaurant muy top y overpriced.
Novotel Wellington – Wellington
Extraño hotel éste. Sin ser malo, probablemente el peor de todos los hoteles en que estuvimos en este viaje.
Llegamos a la entrada y nos metimos directamente al estacionamiento. Pero en vez de encontrar una playa de estacionamiento, había un lugar no muy grande, con 4 ó 5 espacios marcados que decían Novotel valet parking. Ninguna otra explicación. Tiré el auto por ahí, y traté de ver como llegar a la recepción del hotel. Había un par de ascensores medio destartalados, me subí a uno y adentro uno de los pisos decía Novotel. Cuando llegué a ese piso, se abre la puerta y salí al restaurant del hotel! Un cartel indicaba la recepción. Hice el check-in y le pregunté cómo hacía con el auto, me dijo que le deje las llaves y ellos se encargaban. Y que costaba NZD 30 por noche! (sinceramente no recordaba si cuando lo reservé decía que el estacionamiento estaba incluídos). Fui a buscar a mi esposa y el equipaje, pero resulta que no sabía de que piso había venido! Tuve que ir piso por piso (eran 9), saliendo del ascensor para ver si era allí, hasta que encontré el correcto.
Subimos a la habitación, que no estaba mal, pero tenía vista a un edificio enfrente que parecía ser un hogar de ancianos o un hostel. Menos mal que me habían hecho un upgrade, según me dijo el recepcionista!
Ya era un poco tarde, por lo que quisimos salir a dar una vuelta y comer algo. Nos dijeron que para la parte comercial de la ciudad, debíamos bajar por esos mismos ascensores de antes. Pero fuimos a los dos pisos más inferiores, y lo único que encontramos fueron andamios, cobertores de plástico y mucha mugre. El lugar estaba en construcción y no parecía que se pudiera pasar.
Finalmente desistimos y nos volvimos a la habitación y pedimos room service, que estuvo unos 6 puntos.
Otra cosa extrañísima, era que los touchpads de las laptops no funcionaban en la habitación! Increíble, primero pensé que era un problema de software en la laptop de mi mujer, y me puse bajar drivers y eso, pero después ví que tampoco funcionaba en la mía!
La mañana siguiente descubrimos que con por el ascensor se puede bajar hasta uno de esos pisos en construcción, y se puede salir a la calle, pasando entre los caños, tablones y mugre. Esto es 8 pisos abajo del hotel, que a su vez está al nivel de la calle del otro lado. Muy loco todo.
Como dije, la habitación no estaba mal, y junto con el baño estaba decorados en forma moderna.
Había muchos enchufes y hasta USB, lo que me parece muy importante. En este caso había una máquina Nespresso, minibar, y proveían batas y pantuflas. Si alguna vez vuelvo a Wellington (que creo que vale la pena más que Auckland), me parece que me hospedaré en otro lugar.
The Sails Nelson Motel – Nelson
Ah, el mejor de todos los hoteles! Lo reservé unos días antes, ya que decidimos un cambio de itinerario casi a último momento, y ni siquiera me costó demasiado! Era el nro. 1 en Nelson según Tripadvisor, y con razón!
Lo malo es que el ferry para cruzar a la Isla Sur se atrasó nada más que 8 horas, y llegamos al hotel, después de manejar casi dos horas, a las 23:30. No había nadie en la recepción y nos habían avisado que nos dejaban la tarjeta de acceso bajo el felpudo.
Excelente todo! La alfombra suave, hermosa y mullida, la cama espectacular con unas sábanas ultra suaves, varios tipos de almohadas, las toallas por favor, nunca usé unas toallas así, enormes esponjosas, un placer!
El escritorio no er ademasiado grande, pero tenía dos butacas! Como corresponde, si la habitación es para dos!
Hasta tenía una cocina completa!
El baño un lujo, muy amplio, iluminado y con un gran jacuzzi.
Los únicos detalles en contra eran que es persianita del al lado de la cama, dejaba entrar bastante luz a la mañana, y que el check-out era a las 10am. Como habíamos llegado muy tarde, le pedimos si nos podíamos quedar un poco más, y nos dejaron hasta las 11:30.
Volvería a Nelson para hospedarme en este hotel (aunque el pueblito es muy lindo y pintoresco también).
Franz Josef Oasis – Franz Josef Glacier
Otro hotel que contraté un par de días antes, y me salió mucho más barato al hacerlo por Hotels.com (a veces ocurre).
También llegamos bastante tarde, y en la puerta de la recepción habían dejado una nota que vayamos a la habitación 9 y que la llave estaba bajo el felpudo. Este hotel era todo como casitas pegadas una al lado de la otra, y en vez de puertas, tenía grandes ventanales corredizos, por lo que toda la habitación se veía desde afuera (había cortinas, por supuesto).
Interesante y original el detalle de los sillones individuales, y la calefacción por medio de la chimenea falsa.
El baño estaba muy bien también, con un caloventor en la pared (se lo vé en el espejo).
Además había una mesita con dos sillas, a falta de escritorio.
Este fue el único hotel donde tomamos el desayuno, ya que no estaba cerca de ningún lado. Lo cobraron aparte, tipo buffet con fiambres, pan, facturas, jugos, y no estuvo mal, pero creo que podrían haber incluído alguna comida preparada a pedido (omelette, huevos revueltos, etc.), ya que tenían la cocina ahí mismo, pero lo único que había caliente eran dos huevos duros.
También el check-out era a las 10, pero nos dejaron quedarnos hasta las 11.
Modern apartment – Remarkable view – Queenstown (Airbnb)
En Queenstown todos los hoteles me parecieron caros, y como ibamos a estar 3 noches, era ideal para Airbnb. Tampoco era regalado, y encima me dejé estar un poco así que no me quedó demasiado para elegir, pero por suerte conseguimos un departamento que nos dejó muy conformes.
Estaba en una especie de barrio semi-cerrado, sobre la ladera de la montaña que dá al lago, lo que hacía que fuera un poco raro, porque al entrar desde la calle, en vez de subir había que bajar la escalera para llegar al departamento. Cada fila de departamentos iba escalonado.
El departamento era muy amplio, y tenía absolutamente todo.
La cocina estaba equipada a full, y nosotros la usamos para cocinar milanesas, y los pescados que pescó Alicia.
Tenía dos dormitorios dobles, por lo que cómodamente pueden estar 4 personas, nosotros usamos uno obviamente.
El baño muy bien también, con caloventor y extractor.
Además, el aire acondicionado daba un calor bárbaro, y había una estufita eléctrica en el dormitorio también que daba un calor espectacular. Cerca de la entrada, escondido en un armario, estaban el lavarropas y secarropas, que aprovechamos a usar para regresar a casa con casi toda la ropa ya limpia.
Del living se podía llegar a un balconcito, que en verano sería ideal para comer afuera, pero esta época estaba un poco fresco todavía. Pero la vista era hermosa.
De pura casualidad, la dueña del departamento, que su vez vivía en el departamento de abajo, era búlgara, pero había vivido en Argentina muchos años, y de hecho sus dos hijos eran argentinos. No nos pudimos conocer porque ella justo estaba de viaje.
Bueno, estos fueron todos los hoteles que usamos en Nueva Zelanda. En realidad, falta uno, pero como fue un tanto inusual (los que leen el blog de Alicia sabrán de que se trata), lo voy a incluir en otro post de otra temática. Stay tuned!
Muy buenos hoteles Ale, aunque algo extraño el Novotel de Wellington, generalmente tienen una identidad definida (a excepción del de Berlin) y coincido que hay que viajar a Nelson para disfrutar de esa habitación tan linda:)
Espero tu reporte del alojamiento especial!
Saludos!
Gracias Betty! Al Novotel de Wellington no vayas si necesitas trabajar con una laptop!
Saludos!
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