Todo comenzó cuando encontré una muy buena oferta para volar con Qatar Airways a Singapur. Como todas las muy buenas ofertas, no funcionan saliendo desde Londres, sino de alguna otra ciudad europea, en este caso de Estocolmo o desde Gotemburgo. Como todavía tenía pendiente probar la QSuites de Qatar, me aseguré que desde Estocolmo operaban con A350-1000, que tienen todos QSuites, y el tramo hasta Singapur también era con el mismo modelo, por lo que tendría 4 segmentos en QSuites, ideal para poder captar cada detalle.

Incluso, al salir el vuelo de Qatar desde Estocolmo a la noche, había reservado dos asientos juntos en el medio, que en caso de las QSuites, prácticamente se hacen una cama doble, dejando por una vez la ventanilla de lado, para probar algo distinto.

Para llegar a Estocolmo teníamos un vuelo con British Airways. Para asegurar la conexión, y además para pasar un par de días en la hermosa Estocolmo, salimos un día antes del vuelo de Qatar.

Así fue que partimos un sábado muy temprano a la mañana para Heathrow en un Zipcar, porque el vuelo salía a las 7:15. Llegamos sin problemas, pasamos el check-in y seguridad por el Gold Wing, tomamos un breve desayuno en el Galleries First y embarcamos.

Había bastante niebla esa mañana, por lo que tenía un poco de temor que hubiera demoras, pero finalmente salimos y llegamos a Estocolmo a tiempo.

El vuelo no iba muy lleno y tuvimos el asiento del medio libre.

British Airways opera en la Terminal 2 de Arlanda, que es una terminal bastante chica, aunque como es usual en Escandinavia, está muy bien decorada. Lástima que no tenía escaleras mecánicas para el trayecto desde el avión hasta la cinta de equipajes, y hay que cargar con el carry-on por ahí.

Del aeropuerto nos tomamos el bus de Flygbussarna (yo le digo flybussarda) hasta la estación central de Estocolmo.

Ahí estaba nuestro hotel para esa noche, el Radisson Blue Waterfront.

Lindo hotel, muy bien ubicado para ir y volver del aeropuerto en el bus, pero un poco alejado de las atracciones de Estocolmo. Igual es una ciudad que se puede caminar tranquilamente.

Aunque el clima no acompañó (llovió casi todo el tiempo, no demasiado frío), igual disfrutamos mucho de los dos días que pasamos en esta hermosa ciudad.

Si van no dejen de visitar las estaciones del metro!

El domingo a la tarde, nos dieron el checkout a las 18hs, y volvimos a tomar el Flygbussarna para volver al aeropuerto, esta vez a la Terminal 5, desde donde opera Qatar. Llegamos bastante temprano, teniendo en cuenta que el vuelo salía 21:45

Ahí nos enteramos que el vuelo estaba un poco atrasado, debido a que ya venía demorado desde Doha. Entonces, después de hacer el check-in despachar el equipaje, decidimos visitar el lounge que tiene AMEX en este aeropuerto. Algo que me llamó la atención es que además del lounge, los tarjetahabientes AMEX Platinum y Centurión también pueden usar el fast-track para seguridad.

Al ser la entrada automática, escaneando el boarding pass, supongo que habrá que mostrarle la tarjeta AMEX a alguien que esté por ahí y que te deje pasar. Nosotros igual pasamos porque nuestros boarding passes eran de business.

El lounge de AMEX aquí es raro. Esta dentro de un restaurant, al que se accede por acá (o por un ascensorcito).

Y lo más extraño que el lounge es básicamente un restaurant dentro de ese restaurant.

Te traen un menú y podés pedir lo que quieras. Comimos un toast skagen entre los dos, que es una tostada con una montaña de langostinos, huevo y mayonesa. Muy rico.

Después de comer mucho más no había que hace por allí, así que decidimos seguir camino.  Pasamos migraciones, y nos enteramos que el vuelo estaba todavía más atrasado. Por lo tanto nos fuimos al otro lounge que hay allí, que no tiene nada demasiado especial realmente. A este lounge se puede entrar con Priority Pass, también.

WHAT?