A través de los años, y con muchos vuelos, he juntado algunas anécdotas aéreas que vale la pena contar. Acá vamos.
Chuto
Uno de mis primeros vuelos, era tan chico que no tengo memoria de esto por mi mismo, sino porque mi madre lo contaba:
Volando de Buenos Aires a Santiago de Chile, quién sabe en que avión y en qué aerolínea, para encontrarnos con mi padre. El cruce de la cordillera suele ser un poco movido, y aparentemente esta vez no fue la excepción. Yo estaba mi propio asiento, con el cinturón abrochado, y ante un poco de turbulencia, de la clase en el que el avión cae repentinamente unos metros, exclamé:
“Chuto, mamá, chuto!”
Algo así, pero yo no lloraba
Vuelo Perdido
Una sola vez en la vida perdí un vuelo. Y fue por estúpido, no cabe otra justificación.
Volvíamos de Buenos Aires a Londres, la segunda o tercera vez que visitamos Buenos Aires después de habernos mudado a Londres.
Para empezar, era la hora salir para Ezeiza y yo todavía estaba lo más tranquilo armando la valija.
Finalmente salimos, teníamos un auto alquilado que ibamos a devolver en el aeropuerto. A las dos cuadras me doy cuenta que faltaba la tapa del stereo del auto. No tenía idea de donde estaba, incluso pasé por lo de mi madre a ver si lo había dejado allí. Pues no, estaba en mi mochila!
Llegamos al aeropuerto y todavía tenía que llenar el tanque del auto. Hay una estación de servicio en Ezeiza, pero me la pasé y tuve que dar toda la vuelta. Dí otra vez la vuelta y tiré el auto por ahí, pero obviamente cuando llegamos al mostrador de British Airways, el check-in ya había cerrado y no había nadie.
No tenía ni idea que podía hacer, después de dar varias vueltas y preguntar por todos lados, me dijeron donde estaba la oficina de British Airways, y pude hablar con una empleada de tierra, que además me dijo que no había lugar los próximos días (en esa época BA tenía 4 vuelos por semana).
Sin nada más que hacer nos volvimos. Llamé por teléfono al customer service de BA en español, pero no fue demasiada ayuda. Llamé al número de UK, y lo único que tenían en los próximos 5 días eran dos asientos en World Traveller Plus (Premium Economy), y por el cambio tenía que pagar apróximadamente lo mismo que había pagado por el vuelo original en economy, pero no tenía otra alternativa. Lo que sí, no me cobraron en el momento con tarjeta, porque como el pasaje original lo había comprado por una agencia (hacía esas cosa en esa época), me lo tenían que cobrar en el aeropuerto.
Asientos de World Traveller Plus
La cuestión es que llegado el día fuimos al aeropuerto (esta vez con tiempo suficiente), hicimos el check-in, pasamos seguridad, migraciones, abordamos, volamos, llegamos, recogimos nuestro equipaje y nos fuimos a casa, y nunca nadie nos cobró nada! Al final, tan mal no salió la cosa, nos quedamos unos días más en Buenos Aires, y viajamos en Premium Economy sin pagar nada más!
El MD-11 es mío
Cuando todavía vivía en Argentina, trabajaba para una empresa que tenía filiales en casi toda latinoamérica, y en una oportunidad tuve que viajar a Santiago de Chile para ayudarlos a implementar nuestro sistema allí.
Todo pagado y arreglado por la empresa, me pasó a buscar un remise por la oficina para llevarme a Ezeiza. El remisero iba bastante pancho, y además paró a cargar nafta!
Mi vuelo era en American Airlines, en esa época tenían un vuelo que venía de Miami, y luego seguía a Santiago (similar a como lo hace ahora KLM), y lo operaba con MD-11. La cosa es que llego al mostrador de AA justo a la hora límite, y hago el check-in normalmente. Paso seguridad, migraciones, y llego a la puerta, donde no había nadie. Llega la hora de abordar, y seguía sin haber nadie. Entro al avión, y estaba yo solo! En total, eramos tres pasajeros en un MD-11 con capacidad para más de 300 pasajeros.
Qué había pasado? Al llegar el avión a Ezeiza, habían detectado una falla técnica, cancelaron el siguiente tramo y mandaron a todos los pasajeros a Santiago en otros vuelos. Pero parece que pudieron arreglar el problema antes de lo previsto, y “descancelaron” el vuelo, como yo llegué sobre la hora, me subieron.
La tripulación estaba completa, y recuerdo que la TCP que hacía los anuncios “en español” creía que hablaba español, pero en realidad no, mientras sus compañeras se morían de risa. Lo malo fue que aún siendo tres pasajeros no nos dejaron sentarnos en business.
MD-11 American Airlines
Disculpe, es Ud. Biff Byford?
Esto ya lo conté en algún post. Volviendo de algún viaje por Asia, teníamos en último tramo desde Frankfurt hacia Londres en British Airways. Mientras esperábamos para entrar al lounge, delante nuestro había un tipo de pelo largo canoso, y toda la pinta de rockero de los ’80. Me pregunté quien sería, y en ese momento por un pelito no llegué a leer la tarjeta Gold de British Airways que tenía colgando de su mochila.
Ya dentro del lounge nos sentamos a una distancia prudencial desde donde podía verlo, y estaba casi seguro que se trataba de Biff Byfrod, cantante de la mítica banda Saxon de los ’80, que aún sigue en actividad, y de la que de vez en cuando aún escucho sus canciones.
Pero no estaba totalmente seguro como para ir a saludarlo. En un momento que se levantó a servirse algo, fui yo también a servirme algo y verlo bien de cerca. Realmente no estaba 100% seguro que fuera él, y me pareció que preguntarle y que no fuera iba a ser un papelón. Así que no dije nada.
Más tarde, en la fila para abordar, estaba con su grupo de gente también de aspecto rocker, y finalmente Alicia se animó a preguntarle a uno de los acompañantes si era el cantante de Saxon. Pues no, no era, era John Young, tecladista británico que ha tocado con muchas bandas, incluyendo Scorpions y Bonnie Tyler. Menos mal que no le hablé.
John Young – Biff Byford
Me doy un baño
Volábamos a Praga en British Airways, y por primera vez en business (Club Europe en este caso), cuando la business europea de BA todavía era algo donde se notaba la diferencia.
Después de que nos hubieran servido el almuerzo, creo, mi mujer pide un café. El cabin crew que trabajaba en Club Europe se acerca y le dice, en un tono muy amable:
– Discúlpenos Madame, pero se rompió el calentador de agua, y preferimos salir así antes que cancelar el vuelo, por lo tanto no podemos servirle ninguna bebida caliente.
– Ah bueno, no hay problema.
– Si quiere puedo ofrecerle una botella de champagne? (se refería a las botellas chicas individuales)
– No, gracias.
– En serio, si quiere se la puede llevar a su casa.
– No, muchas gracias, pero no tomamos champagne (ni ninguna bebida alcohólica)
– Ah, yo tampoco, solo me baño en él!
Piccolo Champagne
Pata en el apoyabrazos
Esto ocurrió bastante reciéntemente, en un vuelo de Latam Argentina de Mendoza a Aeroparque.
Yo tenía mi asiento, como es usual en la ventanilla, y poco antes de despegar veo un pié así desnudo, arrugado, juanetoso, sobre mi apoyabrazos, asomando desde el asiento de atrás.
La verdad que no lo podía creer. Había visto algunas fotos en Passenger Shaming, pero nunca lo había visto en vivo! Hay gente para todo!
Pata en el apoyabrazos
Y uds.? Tienen alguna anécdota aérea para contar?
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