Después del cambio de planes, idas y venidas para llegar a Penang, tocaba la vuelta. Como siempre, mi intención es juntar millas donde sea posible, y a la vez tratar de diversificar las aerolíneas con las que vuelo (algo que suele ser condiciones diametralmente opuestas). Por eso la ida a Penang era con Malaysia Airlines, con escala en Kuala Lumpur (porque ellos no operan SIN-PEN directo), que por ser OneWorld me daba Avios y tambien volaba en una aerolínea que no había volado nunca. Pero bueno, como habrán visto, eso quedará para otra vez.
La vuelta a Singapur no quería hacerla con Malaysia otra vez para hacerla más corta, y tener algunas horas para pasear en Singapur, por lo tanto tenía que buscar otra opción. Las opciones low-cost eran Jetstar, Scoot y Air Asia. Todas con muy buenos precios (menos de $20, una ridiculez realmente). Como necesitaba un horario determinado (salir lo más tarde posible de Penang, pero llegar lo más temprano posible a Singapur), no lo conseguí tan regalado, pero sí a un buen precio: $104 en total para los dos, incluyendo una valija de 25Kg y selección de asientos, con Air Asia que tenía el horario que más me convenía.
El único detalle que no salió tan bien fue que el check-out del Airbnb era a las 12, y el vuelo salía 16:30, por lo que nos quedaba mucho tiempo en el medio. La piloteamos en el Airbnb pero en un momento llegaron los de la limpieza y nos tuvimos que ir. Llamamos un Grab (el Uber del sudeste de Asia, que anda espectacular!), y en 40 minutos estuvimos en el aeropuerto.
El aeropuerto de Penang es chico, y bastante congestionado, al menos en el momento que llegamos. Por eso el auto nos dejó al final de la terminal, lo que no es lo ideal porque los mostradores del check-in están al principio. Entonces tuvimos que caminar todo a lo largo, pero no fue tan grave porque teníamos mucho tiempo.
Los mostradores de Malaysia Airlines.
Y estos son los de Air Asia.
No me había quedado muy claro si tenía que imprimir los boarding passes, o con tenerlos en el móvil alcanzaba (con las low-cost nunca se sabe, a veces las reglas no tienen sentido más que para extraer algún dinero más del pasajero). Igualmente había unas máquinas de autoservicio y los pude imprimir sin problemas.
Otro problema con las low-cost suele ser el poco equipaje de mano que permiten llevar. En este caso eran solo 7 Kg, y definitivamente yo suelo viajar con más. Ya había pagado para despachar una valija de 25kg con la que estaba OK, pero con el equipaje de mano me pasaba y por lejos. Así que el día anterior había decidido pagar por otra valija a despachar de hasta 20Kg, no era demasiado caro, y pusimos las cosas importantes en la mochila y despachamos el carry-on también.
El check-in fue rapidísimo, y luego tuvimos que desandar todo el camino porque seguridad era del otro lado, donde nos había dejado el Grab. Al fondo de la foto se vé el acceso a seguridad.
Ya del otro lado, paseamos un poco por el aeropuerto, e hicimos una compritas de último momento.
Este local tenía muchos modelos de aviones, pero creo que no estaban a la venta.
Otro local vendía todos productos en base a durian, la famosa fruta con olor apestoso. Ahí compré unos chocolates para llevar a mi oficina.
Los ventanales daban a la pista y a la plataforma, y se podía ver el movimiento. Después de haber recorrido todo el aeropuerto de arriba a abajo, decidimos ir al lounge.
El Plaza Premium es un lounge general para varias aerolíneas, pero acepta Priority Pass y muchas otras tarjetas.
Es un lounge tranqui, sin mucho para destacar, pero lo malo es que es completamente cerrado y no tiene luz natural, y la iluminación es algo deprimente.
Pero al menos los sillones son cómodos.
Hay algunas cosas para comer, aunque no mucho.
Y bebidas.
Extrañamente, uno de las especialidades malayas que más dicen todos que hay que probar, es Nasi Lemak, que es básicamente, tostadas con manteca (se le puede poner un huevo poché arriba). Así que lo que los argentinos desayunamos desde tiempos inmemoriables, acá es una delicia de la gastronomía. No hay caso, no nos sabemos vender.
Había una estación con un cocinero que preparaba noodles con ingredientes a pedido, pero yo ne tenía muchas ganas de eso, Alicia sí se pidió un tazón.
El sector restaurant.
Todavía teníamos mucho tiempo, y hasta en un momento se vació todo con la salida de algún vuelo, ya aburridos en ese ambiente medio depre, decidimos ir para la puerta, donde al menos habría luz natural.
Ahí pude ver que nuestro avión llegaba, aunque no lo pude ver bien porque el edificio me lo tapaba.
Nuestra puerta era la A1A, que era un poco rara porque creo que es una puerta que se utiliza para vuelos nacionales e internacionales, dependiendo si abrían o cerraban una puerta para el acceso de los pasajeros, entonces no se entendía bien por donde se entraba. Pero bueno, ahí había un montón de gente y ahí nos sentamos a esperar.
Habrá pasado una media hora hasta que llamaron a embarcar, y ya se había formado una fila considerable. Pacientemente esperamos que todos los de la fila pasaran, y finalmente subimos nosotros. Me sorprendió que eramos los únicos no asiáticos, absolutamente todos los demás pasajeros lo eran.
Los asientos que había elegido eran en la fila 6, D y F, dejando el del medio libre como siempre para especular con que quede vacío. Cuando hay que pagar por los asientos todavía hay más chance de que esto ocurra, y efectivamente así ocurrió. Estos asientos costaron $3 c/u
De hecho los asientos de la fila 5 en adelante son los más caros ($8), no porque tengan más espacio sino solamente porque están más adelante, y allí no había casi nadie.
Como subimos casi últimos, no pasó mucho tiempo hasta que cerraron las puertas e hicimos push-back, todo muy expeditivo.
Fuimos directo a la cabecera 04 y despegamos.
Ese es el puente que conecta la isla de Penang con el continente.
En el asiento publicitan el WiFi gratis, pero en realidad de internet solo dan unos pocos Mb para Whatsapp y otros mensajeros que se usan principalmente en Asia, ni siquiera se puede bajar una foto. Por lo que a los fines prácticos es casi como si no existiera. Creo que con el WiFi ofrecen películas o algo de contenido pero la verdad que no investigué demasiado. Y lo que parece una pantalla, es una foto!
Todo el tiempo estuvo nublado, así que no pude ver nada, hubiera sido lindo cuando pasamos por Kuala Lumpur ver las Petronas desde el cielo, aunque hubiera sido desde muy arriba.
El vuelo es muy corto, duró 1:11hs según Flightradar, y eso porque dimos unas vueltas al sur de Singapur, sobre unas islas que pertenecen a Indonesia, antes de aterrizar.
Este golf está prácticamente pegado al aeropuerto.
Aterrizamos por la 02L, y fuimos a estacionar a la T4, que si no me equivoco es la que usan las low-cost aquí en Changi.
Desembarcamos, y aquí si le pude sacar una linda foto a nuestro avión, un Airbus A320 matrícula 9M-AQI, de 2010, con livery de la Air Asia Foundation.
Al fin de cuentas, un muy buen vuelo con Air Asia, que salvo la restricción de equipaje de cabina, todo lo demás muy bien. Los precios son de risa, pero incluso pagando equipaje o elección de asientos, sigue siendo bastante barato. Gran opción para tramos cortos por el sudeste de Asia, la aerolínea tiene filiales en Indonesia, Filipinas, Tailandia, India y Japón.
El próximo post, Singapur Changi y Jewel.
Muy interesantes datos de un viaje alugares del sudeste asiatico!
Gracias Marchu!
buen reporte Ale gracias!
[…] la vuelta de Malasia teníamos que pasar una noche en Singapur. El vuelo desde Penang lo había elegido relativamente temprano a propósito como para tener tiempo de pasear algo por […]